Denuncian proyectos de muerte en regiones indígenas

  • Mujeres indígenas y campesinas tienen un papel destacado en la defensa de sus territorios y lugares sagrados de los megaproyectos impulsados por  empresas y gobiernos
  • El Foro Mujeres indígenas y campesinas en la defensa de la tierra-territorio en México buscó difundir las luchas emprendidas
Son mujeres, pero comparten varias cosas en común: la mayoría son indígenas y algunas se dedican a cuidar las tierras heredadas de sus antepasados, en donde realizan labores agrícolas; otras se han visto obligadas a desempeñar diferentes actividades y hasta han sido desplazadas de sus lugares de origen. Además, en las últimas décadas sus pueblos han sido amenazados por una serie de proyectos impulsados por grandes empresas, muchas veces cobijadas por el poder político.
De acuerdo con la reseña realizada en El Aleph por Juan Manuel Tirado Juárez, el Área de Sociología Rural, del Departamento de Sociología, de la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma Metropolitana, por medio de la doctora Carmen Cariño Trujillo y el profesor Jorge Mercado Mondragón organizó el Foro Mujeres indígenas y campesinas en la defensa de la tierra-territorio en México.

En el evento se escucharon testimonios de mujeres de San Salvador Atenco —en 2006 se opusieron a la construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México en Texcoco y padecieron violencia por las fuerzas del Estado—, así como de habitantes de comunidades de Morelos, Puebla y Tlaxcala, quienes narraron sus experiencias en torno a la construcción de dos termoeléctricas, un gasoducto y un acueducto que atravesarían sus tierras y las cercanas a los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl.
Aseguraron que las expectativas que tenían para que el gobierno federal reconsiderara el proyecto fueron defraudadas al realizarse una consulta que no fue aprobada por la comunidad, y en la cual se incluyó a personas de municipios a los que el proyecto no afectará de manera directa.
 Durante el foro también se presentaron Aurora Allende Lejarazo, defensora del agua, el bosque y el territorio de San Lorenzo Huitzizilapan, y América Morales Alfaro, protectora del bosque sagrado Otomí-Mexica, de Xochicuautla —ambas localidades del Estado de México—, quienes expusieron las afectaciones a suelos, bosques, manantiales y ríos por la construcción de la carretera Naucalpan-Toluca,  iniciada a partir de 2008, que se acompaña por una serie de instalaciones de lujo, como campos de golf, lagos y zonas residenciales. La autopista no se ha terminado y exigen les devuelvan las tierras expropiadas.



MINERÍA NO SUSTENTABLE

La minería se caracteriza por arrasar la naturaleza y no respetar los derechos de las comunidades, expuso Regina Alavez Hernández, presidenta municipal comunitaria de Santa Catarina Lachatao, Oaxaca, quien señaló que en su comunidad, además de los estragos de las mineras, padecen la tala de árboles, por lo que se han realizado acciones en las que destaca el papel de las mujeres.
La doctora Carmen Cariño Trujillo dijo que el gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador no ha detenido la construcción de megaproyectos e, incluso, ha anunciados otros como la construcción del Tren Maya, y que las comunidades afectadas se vean obligadas a aceptar los recursos que se les ofrecen para paliar sus carencias.
"Son proyectos de muerte que propician el despojo de sus territorios, que afectan su forma de vida y a la naturaleza, e implican más despojo y saqueo”, afirmó la académica, además de que no se toma en cuenta a las comunidades indígenas afectadas, como lo establece el acuerdo 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Cariño Trujillo dijo que las comunidades pretenden tomar decisiones de manera informada y consensuada, y que no quieren ser consultadas “a mano alzada”. Por ello, agregó, la organización de este tipo de foros es importante para que “los universitarios conozcan lo que está pasando en el campo, que es fundamental para entender la realidad nacional”.

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