Cómo informar sobre el cambio climático

Informar sobre cómo el cambio climático afecta la salud es un reto; revise fuentes y entreviste expertos confiables, propone Asefaw Getachew.

Cuando los periodistas comunican sobre la manera como el cambio climático podría afectar la propagación de enfermedades transmitidas por insectos, están desempeñando el papel ambicioso, pero fundamental, de mediadores. En alianza con los científicos, deben traducir los resultados de la investigación en un lenguaje sencillo y presentar a los formuladores de políticas y al público una predicción realista de los riesgos.
Este tipo de información es particularmente vital en los países en desarrollo, donde la gente ya enfrenta muchas enfermedades transmitidas por insectos, y es muy vulnerable al cambio climático, pero tiene poca capacidad de resistencia a ambos. Esos países requieren una información sustentada de cómo el cambio climático afectará la prevalencia y transmisión de esas enfermedades, de manera que puedan establecer estrategias efectivas de prevención y control.

Un futuro incierto

Uno de los problemas más grandes es que el asunto es demasiado complejo y las predicciones climáticas son bastante inciertas. Pocos periodistas –incluso aquellos con algún bagaje científico—tienen conocimientos lo suficientemente profundos de la epidemiología y de los modelos climáticos como para entender las complejidades involucradas en este tema.
Tan sólo predecir la parte del cambio climático es una tarea compleja. Los científicos combinan datos y modelos matemáticos para predecir los cambios en las temperaturas y en las lluvias. Tratan de dar cuenta de los factores que las componen, pero sus previsiones de ninguna manera son infalibles.
Si a ello se añade tratar de predecir de qué manera esos cambios afectarán la propagación de las enfermedades, los resultados se vuelven aún más imprecisos.
Es cierto que el clima influye en muchas de las enfermedades transmitidas por insectos. Por ejemplo, siempre y cuando haya suficiente lluvia y se incrementen las temperaturas –hasta un máximo de 30-35 grados Celsius—aumenta por lo general el metabolismo del mosquito que transmite la malaria, haciéndolo comer con más frecuencia. Esto, a su vez, puede incrementar la transmisión. Además, los parásitos que viven dentro de los mosquitos se desarrollan más rápidamente en las temperaturas cálidas.
Pero esto no significa que exista una relación simple entre el clima y la malaria, porque en la transmisión también influye una gama muy amplia de otros factores. Entre ellos están las condiciones medioambientales y sociales, como la densidad poblacional y la inmunidad de las personas, o los niveles de resistencia del parásito o del vector.

¿Habla un experto?

La información confiable se basa en periodistas que aprecien y comuniquen con fidelidad estas complejidades.
En teoría, los periodistas podrían trabajar de manera más cercana con los científicos, solicitándoles que aclaren los métodos, resultados e implicancias clave de su investigación. Sin embargo, los propios científicos aún no se ponen de acuerdo sobre los efectos a largo plazo que el cambio climático acarreará a las enfermedades transmitidas por insectos. Esto es válido incluso para las enfermedades más estudiadas, como la malaria o la fiebre del dengue.
Por ejemplo, algunos estudios atribuyen la reaparición de la malaria en las tierras altas del este de África al aumento de las temperaturas asociadas con el cambio climático. Pero otros estudios afirman que aunque los patrones de temperatura pueden haber cambiado, el número de meses con temperaturas adecuadas para la transmisión no varió significativamente en el siglo pasado, por lo tanto algún otro factor además del cambio climático debe ser el culpable.

Recursos confiables

Entonces, ¿qué pueden hacer los periodistas de cara a este complejo, impreciso y tremendamente debatido tema?
Encontrar fuentes confiables para las noticias científicas acerca del cambio climático y la salud es de crítica importancia. Los periodistas deben seguir los principios básicos para revisar las pruebas, asegurándose, por ejemplo, de que la investigación científica haya sido adecuadamente arbitrada.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (más conocido como IPCC por sus siglas en inglés) es una fuente particularmente valiosa de información sobre el cambio climático, pues presenta conocimientos sobre los cuales la mayoría de científicos están de acuerdo. Sus conclusiones sobre la salud humana, publicadas en su cuarto informe de evaluación, indican que el cambio climático ya está afectando la carga mundial de la enfermedad, y que está desempeñando un papel importante en la distribución de la malaria, el dengue y las enfermedades transmitidas por las garrapatas. Pero el informe agrega que todavía está pendiente una evaluación confiable sobre las interacciones entre el cambio climático y la malaria.
Otras organizaciones también pueden ayudar a los periodistas a identificar fuentes confiables de información. The Environmental Law Institute, de los Estados Unidos, por ejemplo, ha publicado una lista de más de 60 instituciones que se pueden consultar sobre temas relativos al cambio climático.
Los periodistas, además, necesitan capacitación, que incluya competencias básicas de comunicación de la ciencia, por ejemplo cómo interpretar las estadísticas y el riesgo (Ver: Comunicar las estadísticas y el riesgo). Pero también debería incluir capacitación en los fundamentos del cambio climático y sus efectos sobre la salud. Las escuelas y los cursos de periodismo deberían revisar sus planes de estudio con el fin de incluir el ‘abc’ del cambio climático y sus impactos.
Por supuesto, pocos periódicos –especialmente en el mundo en desarrollo—pueden darse el lujo de enviar a sus periodistas, que a menudo tienen que escribir acerca de un rango muy amplio de noticias, a cursos de capacitación para cada tema que cubren.
Pero los periodistas pueden ayudarse a sí mismos consultando guías adaptadas al cambio climático, tales como Reporting on climate change: Understanding the science, (disponible en inglés), publicada por el ya citado Environmental Law Institute.
Los científicos también pueden ayudar. Las instituciones de investigación deberían contar con foros de discusión en línea y blogs para fomentar el debate y compartir experiencias entre científicos, políticos y periodistas. Esas herramientas podrían cubrir temas fundamentales y ayudar a los periodistas a presentar con exactitud los nuevos hallazgos. Los científicos y los medios deben encontrar la manera de establecer una coalición que cierre las brechas del conocimiento e informe a los políticos, para ayudar a dirigir los recursos de manera más eficaz y a construir capacidades de adaptación o mitigación.

Asefaw Getachew es consultor de PATH en la Alianza para el Control y Evaluación de la Malaria (MACE por sus siglas en inglés) de África. PATH es una organización sin fines de lucro. Las opiniones expresadas en este artículo pertenecen al autor y no expresan necesariamente los puntos de vista de MACE o de PATH. El artículo fue publicado por Sci-Dev.

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