¿Dónde quedó la urgencia?


Cuando hay urgencia se trabajan horas extras, pero en la Conferencia Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático todo puede esperar. Así, el fin de semana se suspendieron las actividades y el lunes, por ser un día feriado para los musulmanes, se trabajó a medio ritmo.
Y eso sorprendió a muchos de los delegados y periodistas que apenas llegaron a Poznan, pues cuando esperaban un mundo de gente y una actividad frenética, en su lugar encontraron un centro de convenciones tan frío como el clima exterior, que estuvo a cero grados.

Salvó el día la conferencia de prensa del secretario ejecutivo de la Conferencia, Yvo de Boer, quien consideró que hay avances constructivos, sobre todo en lo que hace a la visión compartida, el punto inicial de desacuerdo entre los delegados, y los mecanismos de desarrollo limpio.

En cuanto al tema de mayor polémica, el Fondo para la Adaptación y el manejo de los recursos, De Boer señaló que se discute la forma de acceder a ellos, en torno a tres propuestas: que el dinero se entregue directamente a los países involucrados a través de los organismos internacionales como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo o el Fondo Monetario Internacional; que se haga a través de las instituciones crediticias de cada nación, o encontrar un tercer canal, independiente.

Mientras el secretario ejecutivo de la Conferencia sobre Cambio Climático tocaba el tema, Andrew Torrance, directivo de ClimateWise, del Reino Unido, llamaba a los delegados a enfocarse en las medidas nacionales de adaptación, para asegurar que la preocupación de la industria aseguradora se refleje en las negociaciones del nuevo acuerdo internacional sobre el cambio climático.

Esto, para que las aseguradoras puedan desempeñar un papel de primer orden en la reducción de los riesgos climáticos que enfrenta la gente en todo el mundo, aunque advirtió que los seguros no pueden ser una alternativa a la adaptación.

Al respecto, Yvo de Boer señaló que la industria de los seguros tiene un importante papel por su habilidad para ofrecer instrumentos basados en el mejor manejo de los riesgos, en la evaluación de los proyectos de adaptación, y porque puede guiar a los gobiernos a tomar decisiones políticas más efectivas.

Hay tres áreas que ClimateWise quiere ver plasmadas en el nuevo convenio:

el compromiso de todos los países para instrumentar sus planes nacionales; un acuerdo internacional de largo plazo para recopilar y compartir estadísticas de los riesgos climáticos, y una revisión de la sinergia entre las medidas de adaptación y mitigación.

Posteriormente vendría la delegación estadunidense, con el embajador Harlan Watson y el secretario de Estado para el Medio Ambiente, Daniel Reifsnyder, quienes enfáticamente señalaron que no pueden intervenir en las negociaciones sobre el funcionamiento del Fondo de Adaptación, simple y sencillamente porque no son firmantes del Protocolo de Kyoto.

Interrogados acerca de si esta postura cambiará con el nuevo gobierno de Barak Obama, evidenciaron el rompimiento que se está dando en la administración, al responder que habría que preguntarle al Congreso, porque ni siquiera han tenido contacto con el equipo de transición.

Watson dijo que los Estados Unidos tienen interés en los acuerdos que puedan darse en torno a la reducción de riesgos climáticos, las inversiones y la transferencia de tecnología, pero no pueden tomar partido porque no son parte del Protocolo de Kyoto, aunque mantienen todas las puertas abiertas.

A partir del jueves comienzan las presentaciones de los ministros, con lo que inicia de hecho la parte política de la Conferencia y de donde saldrá la decisión de asumiir o rechazar posibles acuerdos en los temas fundamentales, como la visión compartida, la adaptación, la mitigación, los mecanismos de desarrollo limpio y la reducción de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.
Para el Sistema Nacional de Noticiarios, desde la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en Poznan, Polonia, Miguel Angel de Alba.

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