Y ¿dónde queda Bali?


Los ojos del mundo están puestos en Bali. Todos saben que en esta isla, una de las más de 13 500 que tiene Indonesia, se discutirá el futuro del mundo en los próximos diez días. Del tres al 14 de diciembre, para ser exactos, pues serán los días en que los participantes de la XIII Convención de las Naciones Unidas para el Cambio Climático decidirán las medidas a tomar a partir del año 2012, cuando concluya la vigencia del protocolo de Kyoto.
Pero ¿dónde está Bali? ¿Cómo se llega?
Bali se encuentra a 17 horas de vuelo y tiene una diferencia horaria con México de 14 horas. Así, inicié mi viaje el 28 de noviembre a las 19:10 horas, saliendo de la ciudad de México hacia Los Ángeles, de donde partiría a las 00.20 horas del 29 de noviembre rumbo a Hong Kong. Lo que parecía una larga espera en el aeropuerto lo fue, efectivamente, pero desesperante porque estaba en una fila interminable de pasajeros para abordar la aeronave de Cathay Pacific Airways y luego descifrar el laberinto en que han convertido esa terminal aérea las obras de reconstrucción.
Tras un larguísimo viaje y con su correspondiente cambio de horario –14 horas más-, aterrizamos en Hong Kong a las 07:45 horas del 30 de noviembre; de ahí, a subirse a otro avión de Cathay, a las 10:05 horas, para llegar finalmente a Denpasar a las 14:50. Seguramente se preguntarán ¿por qué a Denpasar, si iba a Bali? Esa pregunta me la hice también, como muchos viajeros más que íbamos por primera vez a ese lugar. Pues resulta que ese es el nombre de pila de Bali: Denpasar.
Al llegar a Bali uno se siente en un mundo diferente: el aeropuerto está rodeado por el mar y por árboles tropicales de las más variadas especies y, al frente, los edificios de la terminal con una construcción netamente oriental, semejando pagodas.
Al ingresar por los pasillos, abundan las imágenes zoomorfas, seguramente de los dioses que originalmente fueron venerados en la isla.
Al llegar a Inmigración, otra vez largas filas, debido a que Bali tiene convenios con muchos países, entre ellos México, para que los visitantes adquieran la visa de entrada en la misma terminal aérea, posiblemente buscando favorecer la afluencia turística. En mi caso, preferí tramitarla directamente desde la ciudad de México.
Pasaporte y visa en mano, pasé rápidamente hacia la aduana, a una inspección de mero trámite. Y de ahí, a una de la decena de casas de cambio que hay, para dejar los preciados dólares y adquirir la moneda local, las rupias, al cambio de 9 000 por uno.
¿Parece mucho? Déjeme entonces decirle que el taxi del aeropuerto al hotel cobró 150 000 rupias y que la comida-cena algo así como 50 000.
Después del frío en la ciudad de México, en Los Ángeles y aún en Hong Kong, la temperatura hizo que muchos de los pasajeros del vuelo de Cathay Pacific Airways nos viéramos ridículos cargando chamarras y suéteres en la mano: ¡38 grados centígrados!
En el trayecto al hotel, la vegetación tropical es increíble: verde por todos lados, sólo roto por una que otra construcción tipo pagoda.
Aquí los autos circulan por la izquierda en angostas carreteras de dos carriles, lo que provoca frecuentes congestionamientos. Asimismo, abundan las motocicletas y es común ver en ellas a hombres y mujeres por igual, así como a familias enteras. Es notorio que la mayoría no utiliza casco de protección.

Bali

Bali es una de las 13 500 islas del archipiélago de Indonesia. Mide 140 kilómetros de este a oeste y 80 kilómetros de norte a sur. A sólo ocho grados al sur de la línea ecuatorial, tiene dos estaciones al año: la de secas y la de lluvias, manteniendo una temperatura promedio de 28 grados centígrados.
El suelo volcánico y su temperatura tropical la hacen sumamente fértil y es famosa en el mundo por su café, coco, especias, vegetales y arroz.
Esta isla tiene miles de templos de prácticamente todas las religiones y de ahí que se le conozca como la isla de los dioses o, como dicen los nativos, el patio de los dioses. La mayoría de los balineses son hindúes, pero el cristianismo avanza a grandes pasos. Aquí es posible ver, uno junto al otro, templos de diferentes religiones: budistas, hinduistas, católicos, musulmanes y ortodoxos.

¡Bendita tecnología!

El hotel donde nos hospedamos no es tal. Se trata de una villa de descanso –villa de retiro, le llaman aquí-: Puri Bendesa, distante 30 minutos del centro de operaciones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Calentamiento Climático, en el Centro Internacional de Convenciones de Bali.
Una vez instalados, a descansar para recuperarse del “jet-lag” y del cansancio de tantas horas de vuelo. El sábado primero de diciembre había que confirmar, físicamente, la acreditación al evento, pues sin la tarjeta de prensa no habrá acceso a ninguna parte.
Y, como siempre, la tecnología tiene sus fallas. Por espacio de una hora estuve perdido en el sistema de las computadoras de la ONU.
Después de mi reencuentro tecnológico en la base de datos de la XIII Sesión de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y III Sesión de la Conferencia de las Partes del Protocolo de Kyoto, el trámite de tomar la foto y realizar la identificación respectiva se realizó en menos de cinco minutos.
Ahora había que dar de alta en el sistema local mi teléfono celular. Compro el SIMM y ¡oh, sorpresa! La tecnología no está conmigo el día de hoy: no lo acepta el aparato y, por si fuera poco, se bloquea. Los teléfonos de otros colegas sí funcionaron. Bueno, lo hecho en México… aunque sea Motorola.

Los trabajos
Aunque los trabajos comienzan oficialmente el lunes tres de diciembre, este domingo están programadas dos conferencias de prensa: una para dar a conocer los documentos que se discutirán en las sesiones y otra del secretario ejecutivo de la Convención, Yvo de Boer.

La comida
Una de las diferencias con el mundo occidental es la comida. Toda se basa en fideos y arroz, acompañados generalmente de verduras, pollo, camarones y productos del mar, condimentados con muchas especias. Hay también lo que llaman “comida americana”, pero la verdad uno no viaja hasta Bali para comer sangüiches, pizzas, pastas ni hamburguesas. Así que a probar.
Empecemos por las sopas. Las hay de elote con pollo o con cangrejo; de champiñones con pollo (deliciosa), de espárragos con cangrejo, de pollo y una que permanece de incógnita: la Tom Yam Soup, con precios de 10 000 a 25 000 rupias cada una.
Sigue el pollo: cocinado con salsa de chile (¡muy picante!), con salsa inglesa, con salsa de mantequilla, a la Ayam Koloke, frito con salsa dulce, frito con champiñones, a la Ayam Sechuan, al mojo de ajo, y empanizado. Su precio, alrededor de las 20 000 rupias el plato.
Los camarones y los calamares pueden pedirse en salsa dulce, con vegetales, empanizados, con salsa de chile, con salsa de ostiones o a la Udang Sechuan, con un costo uniforme de 26 000 rupias.
Los fideos pueden acompañarse de vegetales (10 000 rupias), pollo, camarones, calamar, productos del mar, o a la Ifu Mie, Kwetiou Goreng o Kwetiou Kuah (18 000), en tanto que el arroz puede ser estilo Nasi Putih, con pollo, con camarones, calamares, productos del mar, cangrejo, especial o con vegetales, con precios que van de las 3 000 a las 19 500 rupias.
Poco a poco iremos probando las comidas y daremos a conocer nuestra modesta opinión respecto a los sabores en los, eso sí, abundantes platos que nos sirven.
Hasta la próxima. Sampai jumpa lagi.

Comentarios

Anónimo dijo…
me encanto saber de bali y su cultura en general, estoy muy contenta con lo que he leído de Bali, mi hijo Patrik Johansson Schiefelbein junto a un amigo chileno también Nacho Arroyo estan viajando 29 30 marzo 2008 desde Singapur a Bali en avion, porque desde Thailandia a Singapur lo hicieron en bus y en barcos, mi nombre es Celia Schiefelbein y estoy muy contenta saber de Bali por ustedes,,Gracias,,,
Unknown dijo…
Hola Miguel, soy Elena Amezcua, alpinista mexicana en camino en lograr el gran slam de la montaña (llegar a la cumbre de la montaña más alta en cada continente). En Octubre viajo a Castensz en Nueva Guinea, logrando así la 5ta de 7. Buscando información me encontré tu blog. Muy interesantes los artículos que he leído. Te mando un saludo, seguramente al leer mi comentario, llegarán a ti recuerdos de tu viaje.