Bali: lo que viene

Tras una semana de intensas reuniones, los grupos de trabajo de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático parecen estar llevando a buen puerto sus trabajos y a partir del miércoles, los ministros sólo tendrán que firmar los acuerdos respectivos y disfrutar del húmedo calor que se siente en Bali y que a partir de este lunes se ha incrementado sustancialmente.
Durante la primera semana de trabajo hubo reuniones de grupos de contacto y consultas informales sobre una amplia variedad de cuestiones, entre las que se incluyen: el Protocolo de Kioto, la segunda revisión del Protocolo en el marco del Artículo 9; las acciones a largo plazo; el Fondo para la Adaptación; las comunicaciones del Anexo I; la creación de capacidades; la educación, el entrenamiento y la concientización pública; el mecanismo financiero; el cuarto informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático; los Países Menos Desarrollados; las comunicaciones nacionales de las Partes no incluidas en el Anexo I (donde se encuentra México); privilegios e inmunidades; reducción de las emisiones de la deforestación; y transferencia de tecnologías.
A pesar de haber sido una semana intensa en trabajos, que provocó que más de un participante de las delegaciones reducidas se quedara dormido por agotamiento durante las sesiones, poco es lo que ha resultado para informar.
En esta ocasión no vinieron los delegados a revisar un documento preestablecido, por lo que tuvieron realmente que trabajar en su realización. Pero no todo fue tiempo perdido en Bali, porque mientras los delegados discutían, decenas de eventos paralelos se desarrollaban en los hoteles de este centro vacacional.
Instituciones, organismos no gubernamentales, gobiernos, empresas, periodistas, todos se dieron tiempo para realizar sus labores, a veces en forma frenética.
Y en tanto los delegados tratan cuatro temas fundamentales sobre el cambio climático, siempre basados en los informes del IPCC, como son mitigación, adaptación, transferencia de tecnologías y financiamiento, afuera de los salones de reuniones había un verdadero mercado, que hace pensar a veces que esto de trabajar por el medio ambiente para salvar el mundo no es sino otro negocio para quienes tienen los recursos necesarios para invertir en nuevas tecnologías y en mercadotecnia.
Junto a los activistas que agrupan a decenas de jóvenes que creen que realmente hacen algo con su trabajo voluntario, sus puestas en escena y su convencimiento de que algún día serán reconocidos como héroes ecologistas, están las grandes empresas que ofrecen tecnologías de punta para crear empresas con procesos industriales limpios, para generar nuevas fuentes de energía, para invertir en los mercados de carbono, editoriales con cientos –quizá miles- de publicaciones sobre todo lo que es el cambio climático.
Es tal la profusión de documentos que circula, que resulta inconcebible que en un evento sobre el medio ambiente y el cambio climático se siga usando tanto papel. Solamente en mi caso tengo documentos suficientes para llenar una maleta enorme.
Y mientras los participantes discuten cómo echar a andar los fondos de financiamiento, donde los que tienen no quieren dar y los que no tienen no se cansan de pedir, miles de dólares fluyen a la economía balinesa e indonesia a través de viajes aéreos, hospedaje, comidas, taxis y paseos turísticos. Tan es así que la rupia tuvo, de una semana a otra, una revaluación al pasar de casi 9 500 por dólar a 9 100.
A donde quiera que vaya uno, todo es cuestión de detenerse a ver algo para que los vendedores lo aborden y no lo suelten. Ya le ofrecen madera tallada, máscaras, camisas, pantalones, vestimenta tradicional, llaveros, collares, pulseras, pinturas, libros, revistas y todo lo que uno pueda tener en mente.
Calculadora en mano, de esas que cuestan dos dólares y tienen números grandes, están prestos a darle el precio de cualquier cosa… y a pedirle que en la misma calculadora ponga su oferta. Por increíble que parezca, cualquier precio puede ser reducido hasta en un 70 por ciento.
¡Ah! Pero eso sí, a la hora que usted vaya, siempre será el primer cliente, la primera venta, la de la suerte, por eso tiene que comprar. Y si le compra a uno ¡cuidado! Que ahí vienen todos los demás a ofrecer baratijas entre las verdaderas artesanías.

Sugieren nuevos impuestos

Dentro de los trabajos de la Conferencia, los delegados discutieron respecto a la transferencia de tecnologías para la mitigación y la adaptación, con énfasis en la posible invocación de la cláusula de emergencia del Acuerdo de la Organización Mundial de Comercio sobre los Aspectos de los Derechos de la Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio y los beneficios.
En cuanto a las finanzas, una serie de países se refirieron a la cuestión como central para la completa implementación de la Convención y la acción futura. Varios países pidieron un aumento comprensivo de la escala de financiamiento, que incluya mecanismos innovadores. Entre las propuestas específicas, incluyeron un tributo sobre todos los instrumentos de carbono, contribuciones asignadas para el financiamiento de la adaptación, un fondo de capital de empresas para la tecnología innovadora, un tributo a los pasajes de líneas aéreas, y medidas para el tratamiento la inversión no amigable con el clima. Otros destacaron el papel del sector privado.
El presidente de la Conferencia de las Partes, el indonesio Rachmat Witoelar, invitó a los participantes a informar a sus capitales y ministros sobre el estatus de sus discusiones y describió sus planes de convocar a los ministros de los grupos regionales para resolver las cuestiones pendientes después del martes.
Con respecto al mapa de Bali, destacó la incertidumbre acerca de lo que significa ese término. Explicó que para él, un mapa contiene varias vías y numerosos destinos, incluyendo una vía para las negociaciones del Convenio, con un destino en 2008 y la meta final fijada para 2009; y un camino para las negociaciones del Protocolo de Kioto, con el 2009 como destino.
Asimismo, Witoelar sostuvo que el mapa tendrá caminos y destinos para avanzar en cuestiones como la transferencia de tecnologías, la reducción de las emisiones de la deforestación en los países en desarrollo, la implementación de la adaptación y el fondo para la adaptación. Previó que el mapa de Bali tendrá la forma de una declaración del Presidente al final de la conferencia y el resultado de las deliberaciones de los grupos de contacto será crítico para el logro de un futuro climático seguro.

Y ¿dónde está México?
Independientemente de que por momentos me siento algo así como Shrek, por el hecho de que cuando me preguntan el país de donde vengo y respondo México el comentario siguiente es: “oh, far, very far!” (¡oh, lejos, muy lejos!).
La segunda pregunta, por lo general, es ¿y dónde están sus delegados? Buena pregunta y la única respuesta que podría darles es que están en la lista de participantes, donde aparecen casi todos los funcionarios de la Secretaría de Medio Ambiente (incluyendo a su jefe de prensa) y algunos otros –que son absoluta minoría- de las secretarías de Relaciones Exteriores y de Energía, pero a quienes nadie ha visto por Bali -no por lo menos en el Centro de Convenciones-, con excepción de Manuel Estrada, consultor de la Semarnat, pero con otra cachucha.
Pero el sábado por fin apareció México en uno de los grupos de trabajo, donde se solicitó una referencia a la adaptación en el preámbulo del texto informal.

Los ataques al IPCC

El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático puso los puntos sobre las íes y en cuatro informes dio a conocer los hechos científicos. En consecuencia, la ONU utilizó esta conferencia para buscar la respuesta de los políticos hacia los críticos cuestionamientos.
Pero como nada es gratis, han comenzado los ataques contra el IPCC y su “socio” ganador del Premio Nóbel, Al Gore:
Lord Christopher Monckton, consultor de empresas internacionales especializadas en la Investigación de los fraudes científicos, ex asesor principal de la primera ministra del Reino Unido, Margaret Thatcher, y ex asesor político del IPCC, se dice “profundamente en desacuerdo por razones científicas fundamentales con el IPCC, pues dos investigaciones detalladas por Comisiones de la Cámara confirman que el IPCC ha exagerado deliberada y persistentemente los efectos de los gases de efecto invernadero sobre la temperatura”.
Por otra parte, el el profesor Nils - Axel Mörner dice que no hay absolutamente ninguna justificación para gravar a las personas con un enorme costo financiero, ocasionado por los impuestos sobre el carbono o de los pagos por emisión, porque la elevación del nivel del mar no puede suceder.
Los ciudadanos no deben ser engañados sobre peligrosas subidas del nivel del mar, dice Mörner, uno de las autoridades mundiales sobre el nivel del mar y la erosión costera.
Mörner fue jefe del Departamento de Paleogeofísica y
Geodinámica en la Universidad de Estocolmo; presidente de la Comisión INQUA sobre el nivel del mar, cambios y evolución costera. INQUA es la Unión Internacional para la Investigación del Cuaternario, fundada en 1928 para reunir a científicos de 35 países para estudiar los cambios ambientales que se produjeron durante los últimos dos millones de años y la interpretación de la pertinencia de los cambios al día de hoy en los procesos climáticos y el medio ambiente.
El profesor Mörner publicó un folleto titulado "The Greatest Lie Ever Told" –“Las grandes mentiras jamás contadas”- para refutar las aseveraciones sobre el catastrófico aumento del nivel del mar.
A su vez, William J. R. Alexander, profesor emérito del Departmento de Biosistemas e Ingeniería Civil de la Universidad de Pretoria y socio vitalicio de la Asociación Africana de Ingeniería Civil, señaló lo que llamó “las falacias del calentamiento global”, que no provocará:
• disminución de las lluvias. (han aumentado las precipitaciones en el último siglo).
• disminución en los flujos de los ríos. (También aumentaron durante el último siglo).
• aumento en la frecuencia o severidad de los ciclones tropicales y los huracanes que podrían alcanzar el continente africano. (Pruebas en los últimos 160 años demuestran lo contrario).
• aumento en la frecuencia o gravedad de las inundaciones. (No hubo ningún aumento sistemático en las inundaciones durante el siglo pasado. Las inundaciones de 1860 siguen siendo las más altas registradas).
• Peores sequías. (La más grave registrada sigue siendo la sequía de principios de 1930).
• aumento de los desastres naturales. (El aumento en la pérdida de vidas y medios de subsistencia en el continente africano son la consecuencia de los aumentos de la población que requieren la ocupación de zonas expuestas a desastres. La alta incidencia no es consecuencia de los aumentos en la magnitud de los riesgos).
• causar desertificación. (Esta predicción es alarmista y es demostrable que es falsa. No está pasando).
• causar un aumento del nivel del mar. (No hay evidencia).
• aumento de la malaria. (Millones de personas en África murieron y siguen muriendo de paludismo, pero como resultado de la prohibición del DDT debido a las acciones de los grupos activistas ambientales).

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