Maquiladoras y Contaminantes

Una compilación de estudios multidisciplinarios muestra por primera vez las relaciones de la industria ensambladora con un entorno de gran vulnerabilidad. Tres cuartas partes de las casi tres mil industrias ensambladoras de México se concentran en la frontera norte, que se caracteriza por ser una zona con pocas fuentes hídricas y con un suelo con un alto nivel de erosión.
La maquila emplea en todo el país a un millón 120 mil personas, representa el 55 por ciento de las exportaciones manufactureras del país y en 2005 su actividad se expandió un 9.3 por ciento con respecto al año anterior.
El medio ambiente y la maquila en México: un problema ineludible, publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y compilado por Jorge Carrillo, investigador del Colegio de la Frontera Norte (COLEF) y Claudia Schatan, Jefa de la Unidad de Desarrollo Industrial de la CEPAL en México, señala la preocupación que existe por la creciente presión de la maquila, por los recursos existentes, especialmente en Baja California (que tiene la menor
pluviosidad en el país), Chihuahua y Tamaulipas.
Si bien la agricultura es responsable del consumo del 85 por ciento del agua en el norte del país, la industria ensambladora está ubicada en cuencas hídricas muy escasas en este recurso y están ubicadas con frecuencia dentro de los asentamientos humanos. Se proyecta además que la población que allí reside se duplique a 21 millones para el año 2020.
La publicación señala que la maquila no se caracteriza por ser una industria de alta combustión, como la química, cementera o petrolera, pero la utilización de materiales peligrosos y su confinación, así como la utilización y contaminación del agua son preocupantes.
No hay un estándar para el manejo de estos productos a lo largo de la industria y no hay un seguimiento sistemático a los desechos tóxicos que por ley deben ser reexportados a su país de origen.
Los diferentes investigadores no encontraron evidencia sobre “paraísos de contaminación”, donde grandes empresas de Estados Unidos aprovechan los
diferentes estándares ambientales de México para reducir sus costos a la vez que aprovechan las exenciones arancelarias que les permite el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Se pensaba que podría haber una “carrera hacia el fondo” en que diversas empresas competirían entre sí bajando cada vez más sus estándares ambientales para ganar mercados más fácilmente, lo que aumentaría la contaminación del lado mexicano de la frontera.
Para la publicación se encuestaron 300 empresas ensambladoras, de las cuales un 70 por ciento tienen una política ambiental, aunque no necesariamente se traduce en la adopción de medidas ambientales en las plantas. Aun así, se constató que a mayor nivel de generación productiva corresponden más y mejores recursos humanos y económicos para la protección ambiental.
En el caso de las maquiladoras de productos electrónicos, el 54 por ciento de 200 empresas cuenta con una política ambiental que respeta las condiciones ambientales locales, que distan mucho de los estándares ambientales internacionales. El libro recomienda que mediante una certificación de producción limpia y menor uso de materiales tóxicos (que al final de su vida liberan estos productos al ambiente) abriría una ventana de oportunidades a esta industria.
La publicación tiene un capítulo donde se analiza la percepción de los directivos de las empresas maquiladoras con respecto a programas de innovación tecnológica para enverdecer las prácticas contaminantes.
Recomienda seguir un programa de política que induzca la creación de un círculo eficaz de colaboración entre la industria y los organismos reguladores que propicie el desarrollo de tecnologías limpias. Para ello se considera necesario proporcionar información pertinente sobre los riesgos ambientales a quienes toman las decisiones dentro de las empresas y discutir con los entes reguladores la conveniencia social de un comportamiento innovador.
Los autores resaltan que tienen que darse las condiciones para la implementación de una política adecuada que facilite la creación y puesta en práctica de un nuevo conocimiento de base para el desarrollo de tecnologías limpias.

El medio ambiente y la maquila en México: un problema ineludible se puede
descargar desde la página de la Sede Subregional de la CEPAL en México:
www.cepal.org/mexico
Para mayor información, contactar a Claudia Schatan, Jefa de la Unidad de Desarrollo Industrial, tel. +5255 5263 9662.
Correo electrónico: claudia.schatan@cepal.org

Comentarios

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